Los helados son los favoritos del verano. Siempre decimos que sí a uno, ya sea como snack o como postre. Pero ¿sabéis qué es lo mejor de un helado? Que sea sano. Por eso vamos a darte varios consejos y recetas para que puedas hacer tus propios helados caseros en casa. Así podrás disfrutar de forma saludable de unos helados riquísimos.
Hay dos formas para comer helados caseros. La primera es directamente en un bol, y así podrás disfrutar de tu helado recién hecho. Y la segunda con un molde para hacerlos, pero tendrás que espera a que cojan forma en el congelador.
Ingredientes
Una de las grandes ventajas de hacer los helados caseros es que puedes elegir el sabor que más te guste. Nuestro consejo es que si te gusta el plátano lo utilices siempre, aunque sea un poquito, porque dará un toque más cremoso. Sin embargo, si no te gusta, siempre puedes utilizar un yogurt.
No hay una medida exacta para hacerlos. El truco está en añadirle más fruta si ves que está demasiado líquido, o cualquier tipo de leche por si está demasiado espeso.
Lo primero que tienes que coger es un par de puñados de fruta congelada. Puedes comprarla directamente así, o puedes trocearla tú misma y meterla en el congelador en un recipiente o bolsa aptos para ello. Junto con la fruta, échale un par de cucharadas soperas de yogurt, el que prefieras, y lo trituras todo junto, hasta conseguir la textura que buscas.
Si lo pruebas y te gusta el sabor no hace falta que añadas nada más. Pero si quieres endulzarlo un poco más, puedes utilizar dátiles o sirope de arce o de agave. Aunque si has utilizado plátano maduro también es una opción para dulcificar.
En el caso en el que utilices moras o frutos rojos, recuerda que tienen semillas que se resisten al triturado. Así que si lo prefieres puedes usar un colador para retirar las semillas.
Otra gran ventaja de los helados caseros es que puedes añadir más fruta a tu compra para congelarla, o hacerlo si ves que se va a poner mala y no te la vas a poder comer.
Toppings
Igual que puedes escoger el sabor que quieres en tu helado, también puedes escoger los toppings. Puedes utilizar almendras, nueces o chocolate puro entre otros.
Un truco para el chocolate es derretirlo y esparcirlo por encima de tu helado. Y si has optado por utilizar los moldes, es mejor cuando ya están congelados. Báñalos y observa cómo se endurece el chocolate para que quede crujiente y delicioso.
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