La diseñadora aboga por el compromiso medioambiental, la calidad y la exclusividad como características principales de todas sus piezas.
Lorena Panea (Mérida, 1900) estudió Diseño de Moda en Barcelona. En 2012 dio rienda suelta a su creatividad y fruto de ello nació la marca de moda para mujer Lorena Panea. Una marca de vestidos de novia y de fiesta exclusivos, asentada bajo 3 pilares fundamentales: la atemporalidad, la personalización y la sostenibilidad. Prueba de su éxito son las diversas distinciones que ha obtenido durante su carrera como, por ejemplo, Mejor Joven Diseñadora de Extremadura para representar a la región en la XXVIII edición de los Premios Nacionales a la Moda para Jóvenes Diseñadores en Marbella; Dedal de Oro en Madrid, premiada por S.A.R Beatriz de Orleans y la agencia de comunicación Jacob Fitzgerald; y finalista en los Premios a Nuevos Diseñadores de España y en el Premio Joven Empresario 2016 de su región.
Street Style: ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la moda?
Lorena Panea: Fue de manera muy orgánica. Al terminar la carrera ya tenía claro que quería tener mi propia marca y empecé realizando pequeñas colecciones que vendía en tiendas multimarca y mercados de diseño especializado en Madrid.
S.S.: ¿En qué momento te diste cuenta de que querías dedicarte al diseño?
L.P: Siempre he querido dedicarme a la egiptología, pero en la moda encontré que podía juntar esta pasión con muchas de mis otras pasiones como la sociología o el arte.
S.S.: ¿Qué estilo define a Lorena Panea?
L.P: El origen de mi apellido Panea, el cual aparece en la Biblia relacionado con Egipto, es el que define el concepto de la marca. En cuanto al estilo, lo definiría como minimalista, elegante y atemporal.
S.S: ¿Cuál es el valor diferencial que caracteriza a Lorena Panea?
L.P: La personalización de las prendas, la calidad, el compromiso medioambiental y la exclusividad.
“Somos el país rey en la moda low cost y eso ha afectado mucho en cómo los consumidores perciben la moda. Aun así, y gracias a que poco a poco va habiendo más conciencia medio ambiental, la gente se está empezando a cuestionar ciertos comportamientos de consumo y a valorar los oficios más artesanales”
S.S: Siempre tenemos una meta que nos encantaría alcanzar. ¿Qué sueño te gustaría cumplir en lo relacionado con la moda?
L.P: Me gustaría poder expandir mi manera de ver la moda por todo el mundo.
S.S: Vestir a novias es un reto difícil, ¿qué es lo que más te reconforta de tu trabajo?
L.P: Con las novias siempre tengo una conexión especial, al final acaban formando parte de mi vida y muchas de ellas se convierten en amigas. Lo que más me reconforta es cuando ayudo a estas mujeres a verse exactamente como son.
S.S: Aunque tus inicios fueron en Extremadura, la proyección nacional de la firma se ha disparado en los últimos años. ¿Cómo describirías tu trayectoria como diseñadora?
L.P: Desde que empecé, siempre ha habido un crecimiento en todos los sentidos, tanto profesional como personal. Siempre estoy buscando cómo ir un paso más allá y evolucionar como diseñadora y, en la mayoría de los casos, de manera autodidacta. Creo que es muy importante no perder nunca ese enfoque.
S.S: ¿Crees que se valora lo suficiente el trabajo de los diseñadores?
L.P: En España, comparado con otros países europeos, no es un trabajo al que se le dé el mismo reconocimiento. Somos el país rey en la moda low cost y eso ha afectado mucho en cómo los consumidores perciben la moda. Aun así, y gracias a que poco a poco va habiendo más conciencia medio ambiental, la gente se está empezando a cuestionar ciertos comportamientos de consumo y a valorar los oficios más artesanales.
“Todos queremos vestir de la misma manera y llevar las mismas firmas de moda. Lo difícil es que cada uno elijamos quién queramos ser, sin sentir la presión de pertenecer a ningún grupo”
S.S: En alguna ocasión has comentado que Alexander McQueen te gusta porque siempre buscaba fuentes de inspiración, a ti ¿qué consigue inspirarte para realizar cada colección?
L.P: Alexander McQueen era un diseñador muy profundo e innovador. Siempre le voy a admirar. En mi caso, Egipto es mi gran fuente de inspiración. Hoy en día la mayoría de las tradiciones que tenemos y el origen primitivo proviene del Antiguo Egipto, e incluso la religión católica se basa en gran parte en la religión egipcia por lo que es una fuente de inspiración inagotable.
S.S: Este año presentaste Kemet, tu última colección de novia de alta costura, en la Valmont Barcelona Bridal Fashion Week, ¿qué novedades podemos ver en esta colección?
L.P: En Kemet quise resucitar esa aura del antiguo Egipto y traerla a tiempos actuales. A nivel de técnicas y materiales, los vestidos se basan principalmente en plisados, tal y como los que usaban los egipcios a diario, organzas de seda como las que llegaban al Nilo desde China y, finalmente, piedras semipreciosas o lentejuelas bordadas a mano para atribuir riqueza, color y fantasía a los vestidos de cortes caídos y cómodos, sin caer en los típicos encajes y bordados de flores clásicos o bohemios.
S.S: ¿Cuál es tu percepción sobre la moda actual?
L.P: Actualmente vivimos unos tiempos en los que, gracias a las redes sociales y la globalización, la moda se expande en segundos. Por un lado, es algo bueno porque puedes dar a conocer una tendencia a nivel global con menos esfuerzo que el que se necesitaba antes, o un diseñador emergente puede vender y destacar fácilmente.
Por otro lado, esto hace que tendamos a una alienación colectiva perdiendo la personalidad propia de cada cultura. Las principales calles comerciales de las ciudades de todo el mundo parecen un calco exacto entre ellas, llenas de las mismas firmas de moda. Todos queremos vestir de la misma manera y llevar las mismas firmas de moda. Lo difícil es que cada uno elijamos quién queramos ser, sin sentir la presión de pertenecer a ningún grupo.